VIGA


Me dice Jon Marin, el jefe de esta casa, que conoce a alguno de los Viga casi desde que era niño. Por eso, nos alegra especialmente hacerle justicia a una gente que llevamos viendo en los conciertos -arriba o abajo del escenario-, desde hace tres décadas. Como dicen los argentinos, “ellos no transaron”, no se vendieron ni renunciaron a sus gustos y sueños. Gente así es la que revaloriza este rollo. Luis (batería) y Chechu (guitarrista) contestan a la par a esta entrevista.
por Leonardo Cebrián Sanz

Los Viga han vuelto a la ciudad”, pero en realidad nunca se fueron. ¿Cómo explicarle a quien no conozca vuestra historia el milagro de llevar funcionando treinta años y la paradoja de haber publicado sólo tres discos? C: -Suena raro, pero analizando las vicisitudes de la banda es comprensible y tiene su lógica. Cuando en 1981 se fundó el grupo, el acceso a las compañías discográficas era tarea complicada; aun así, en la década de los ochenta llegamos a ser uno de los grupos representativos del Rock estatal. En 1993 Viga se separó y fue en 2003 cuando, al juntarnos Julio Viga -bajo y voz-, Emi -batería- y yo, entramos en el estudio a grabar nuestro primer CD: ‘Construyendo Rock&Roll’; en 2006 se grabó ‘Con un par… de ladrillos’, con las incorporaciones de Gorka Rubio -guitarra rítmica- y Mariano Juárez -bajo-. La demora en este tercer trabajo, ‘Electrokalambera’, ha sido debida a la casi completa reestructuración del grupo tras las salidas de Julio, Gorka y Emi, y las incorporaciones de Isaak Palón a las voces, Josete Agredeño a la guitarra rítmica y Luis Garcés a la batería.
Nunca imaginamos que Viga llegara a sonar tan potente y contemporáneo. ¿De quién es la varita mágica que lo ha hecho posible? L: -Al margen de las composiciones y de los riffs -que son más heavies-, es obvio que el cambio de formación ha dado al grupo un sonido diferente y un nuevo estilo. De todas formas hemos respetado los cimientos de Viga.
Con el paso del tiempo, más duros sonáis. ¡Vais el revés de la tendencia natural del músico! L: -El Rock está dividido en dos grandes grupos: Viga y todos los demás (risas). Bromas aparte, queríamos que desapareciera esa imagen de Viga como grupo de Rock Urbano, callejero y que a veces incluso catalogaban de marginal. Hemos dado un toque estilizado y más elaborado a las canciones. Se ha conseguido un sonido más duro y poderoso.
Viga hace un tipo de Heavy Rock muy madrileño. ¿Vuestra música tiene ese sabor al ambiente rockero de la capital (un poco chuleta, muy de barra de bar...) o al contrario, es más universal que local? C: -Viga nació siendo un grupo muy Heavy. Pero con todos los respetos, lo que ha pasado aquí ha sido que, cuando formábamos grupos, primero venía la pinta y después ya aprendíamos a tocar. Por eso nos tirábamos a lo fácil, es decir, tres acordes en quintas y a funcionar. Era más Punk que otra cosa. Luego vas aprendiendo y al final, pues suenas a lo que querías, a Heavy chuleta.
L: -Así es en el primer disco. El segundo evoluciona un poco hacia el Hard Rock, pero aún le quedan esas connotaciones de Rock Urbano y chuleta. Creemos que con este trabajo hemos salido de esa etiqueta de grupo local y ahora igual sí que somos algo universales.
Hay una lista de invitados en el disco que demuestra que Viga es un grupo muy apreciado dentro de nuestra pequeña industria del Hard & Heavy nacional. No son unos cameos al uso, sino auténticos trabajos compartidos. ¿Es así como os lo planteáis? C: -Las colaboraciones vienen dadas porque, cuando en alguna ocasión hemos coincidido con alguno de los músicos que aparecen en este álbum, siempre nos han dicho que les encantaría hacer algo con Viga. De hecho, Nacho Mur estuvo tocando con nosotros durante todo un bolo de homenaje a Coz. Y Juan Márquez accedió a colaborar al ver en directo la versión de ‘Más sexy’. Es acojonante contar con gente tan grande en tu trabajo.
Versión que se ha incluido en ‘Electrokalambrera’… L: -El mismísimo Juan Márquez llegó a decir hace casi dos años, cuando la tocamos antes de Coz, que le había pasado como a Bob Dylan con la versión que hizo Jimi Hendrix de ‘All along the watchover’, que le gustaba más que la suya. Le agradecemos encarecidamente ese comentario, y por supuesto que en nuestra versión haya metido sus voces. Eso la hace aún mejor.
El disco comienza con una intro muy cachonda y en general respira buen humor. Una curiosidad: ¿Qué quieres decir, Chechu, cuando llamas a un tal “Mister Brokas”? -Es nuestra mascota de todas las portadas, el protagonista de la pequeña historieta conceptual que nos marcamos en ‘Electrokalambrera’. Queremos que el oyente imagine que estamos volviendo a un estudio-cueva-laboratorio para grabar el disco, y pasa lo que pasa…
Ya no os autodenomináis los “putos Viga”, con lo que molaba esa expresión y el sentido que tenía: el de una gente que siempre ha estado allí. ¿Os habéis redimido? C: -No exactamente. Es un cambio que no afecta al concepto, pues todo aquel que sabe captar el sentido que implica lo de “otro puto Viga más” lo sigue utilizando igual. Quizás es un intento de ampliar miras y no estancarnos en un sólo tipo de mensaje. Siempre nos gusta lo macarrónico, y lo de “V de Viga” nos parece un concepto muy elástico que sirve para todo lo que a Viga se le antoje hacer. La “V” siempre por delante. Y “putos”... ya lo dice el refrán: “Tanta vieja y yo tan puto”.
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