Burning Kingdom

Aquel muchacho de barrio con grandes ilusiones se ha convertido, a sus veintipocos años, en todo un referente musical en España. Merece la pena ver sueños cumplidos cuando se lleva la calidad y la pasión por bandera. Después de quemar su etapa en Ars Amandi y con el segundo trabajo de su banda Burning Kingdom recién editado (‘Down to the road’), no podíamos dejar pasar la ocasión de hablar con Manuel Seoane.
por Marco Vara & Jon Marin

Con tu primer trabajo, ‘Livin’ now’, conseguiste irrumpir en el mapa musical de una forma un tanto inesperada. Disco editado en Japón y Alemania, conciertos por medio mundo... ¿Esperabas realmente esta acogida? ¿Qué esperas conseguir con el nuevo disco? –‘Livin’ now’ me ha devuelto muy buenos resultados; todo el mundo ha conseguido enterarse de qué es Burning Kingdom. Nunca esperas la acogida que tuvo el disco, tanto por parte de medios como por parte del público, y menos siendo un primer álbum de una nueva banda; si bien es cierto que, en mi caso, no era nuevo en el mundo de la música ya que por entonces seguía tocando con Ars Amandi al igual que D. Noisel (bajista). Funcionó muy bien y tuvo bastante difusión. Sin embargo, creo que le queda mucho recorrido a ese disco y todavía tiene que ser explotado mucho más. De alguna manera se ha convertido en ese CD que a todo el mundo le gusta, una especie de fetiche discográfico. Con ‘Down to the road’ ya no hay gilipolleces. Es Hard Rock en estado puro, desde el primer corte hasta el último. A cualquier persona que le guste el Hard Rock, le va a hechizar. Tiene una mejor producción, unos temas bastante más sólidos, crudos y potentes. La ejecución y el feeling de todos los músicos deja patente la calidad de la banda pero, por encima de todo esto, el disco cuenta con unas canciones con las que cualquiera se podría desgañitar cantando y siguiendo el ritmo. Como el anterior, será distribuido en Japón y en Alemania. Son buenos mercados para nosotros y vamos a ir a por ellos. De hecho, ya tenemos fechas en Europa para presentar el disco.
¿Son todas las canciones de ‘Down to the road’ de reciente composición? -Son todas nuevas, compuestas en este último año; si bien es cierto que ‘Hoochie’ fue compuesto para el disco anterior y decidí no incluirlo. Con el tiempo ves las cosas de otra manera, y es lo que ha sucedido con esta canción. Estuvimos trabajando sobre ella, le dimos un aire más crudo, más macarra, más Skid Row o Mötley Crüe y el resultado fue cojonudo, de manera que se eligió como primer single.  
Nombra un par de temas que pienses que son especialmente significativos de este disco. -Sabéis que me pedís algo difícil… Una de las canciones más significativas es ‘Down to the road’ por lo que nos costó gestarla y por lo orgulloso que me siento del resultado final. Todos los músicos de la banda se salen en este tema y creo que, a la par que complejo en cuanto a groove se refiere, tiene muchísimo rollo, es muy de corte americano y me parece un tema redondo. Por deciros otro, elegiría ‘Shot in the dark’; me parece que tiene todo lo que debe de tener un buen tema de Hard Rock: peso, actitud, buenas melodías, buen solo, mucho rollo y, por supuesto, un gran estribillo. Pero todos tienen algo especial y por eso están en este disco. Me gusta que cuando el oyente llegue al último corte del disco, le entren ganas de volver a ponérselo desde el principio.
Hablamos de su salida de Ars Amandi y, resumiendo mucho, Manu nos dice que se cansó de aquella etapa, “se fue apagando la llama”.
Sobre sus visitas a países extranjeros, nos cuenta que la gira por Sudamérica “fue acojonante” y que el país que más le gustó es Argentina.
La anécdota en el anterior “tour” la protagonizó Filthó (teclista) en Santander al pisar descalzo algo demasiado marrón como para pensar, al menos, en aguas menores. Nos cuenta Manu que todavía intentan reunir pistas para encontrar al culpable de aquella “marronada”.
En tus ratos libres (si es que los tienes), también enseñas a otros a tocar la guitarra. ¿Qué es lo primero que les dices a los chavales que están empezando? -Se trata de una gran pasión. Me encanta dar clases y me gusta mucho personalizarlas porque cada alumno es muy diferente. Algunos de ellos comienzan a tener un gran nivel e incluso están a punto de trasladarse a Los Ángeles a finalizar sus estudios musicales. Es muy gratificante ver crecer musical y personalmente a todos ellos y para mí es muy reconfortante. Me gusta tomármelo muy en serio porque muchos llegan cargados de ilusiones y de ganas de hacer algo interesante con ese instrumento al que me debo desde que yo mismo comencé a estudiar -y aún continúo haciéndolo cada día-. Les aconsejo que sean muy perseverantes y pacientes. A nivel de ejecución del instrumento, les hablo de la presencia que nuestro cerebro tiene a la hora del aprendizaje; es vital conseguir una buena química entre tu cuerpo y tu cerebro. Todo se reduce a pasión e ilusión por lo que haces, ambas tienen que ser reactivadas constantemente.
Manu acaba con amables palabras para nosotros y los lectores. -Daros las gracias por apoyarme desde que comencé con todo esto, por el espacio que me brindáis y por la entrevista. Por supuesto, a todos los lectores, que sin vosotros no hay música, joder. Así que espero veros por los conciertos. Un fuerte abrazo a todos.

(Burning Kingdom actúa en Ritmo&Compás, Madrid, el 11 de marzo.)

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