‘Crisis y castigo’ reza la portada del segundo disco oficial en solitario de uno de los grandes cantantes y compositores del país, Miguel Oñate. Claro, directo y acertado, como las conversaciones con él, que fluyen solas.
por Jon Marin
Tantos años de carrera y no fue hasta 2007 cuando lanzaste tu primer disco en solitario, ‘Muy personal’. No hemos tenido que esperar tanto para disfrutar del segundo. ¿El buen resultado y la aceptación del debut te han animado a seguir el camino con más celeridad? -Cuando se decidió grabar ‘Muy personal’, yo también había decidido no volver a dejar pasar más de dos años entre disco y disco. Pero aquella grabación resultó agotadora. El disco se grabó tres veces y hubo que ir a un cuarto estudio para solucionar problemas que habían quedado, lo que hizo que se resintiera la producción del acabado final. En 2007, cuando lo sacamos, estábamos algo noqueados después de tanta vicisitud; si no, tal vez ‘Crisis y castigo’ hubiera visto antes la luz. La aceptación fue magnífica pero, más que el buen resultado, ha sido la necesidad del músico, como siempre, y la intención premeditada, como ya te he comentado, de mostrar tu último y más reciente trabajo a toda esa gente que te sigue y a la que te debes.
Nuestro compañero Leo Cebrián, hace casi dos años, hablaba con acierto de tu recuperación como artista para la audiencia “extramadrileña”. ¿Cómo funcionó ‘Muy personal’ fuera de la Comunidad de Madrid y qué recibes desde otras ciudades? -La cosa no ha ido mal teniendo en cuenta que no ha habido distribución a nivel nacional. Pero, vía internet y por correo, se han pedido muchas copias que han llegado prácticamente a todo el país, lo cual es muy reconfortante y digno de agradecer. He recibido mucho calor y mucho cariño de todas las ciudades.
Sabemos que las presiones no te gustan. ¿Cómo han surgido estas nuevas canciones, cómo las has ido creando, grabando, plasmando…? -¿A quién le gustan las presiones?, ja, ja… Verás, este ‘Crisis y castigo’, en un principio, iba a ser ‘Muy personal 2’ porque en él se incluyen canciones que fueron escritas en el mismo tiempo que otras que aparecen en aquel primero y que yo no quería que se quedaran sin editar. Lo que pasa es que las nuevas composiciones tiran (y me hace el gesto de las comillas) con su propia autonomía y hacen que todo el conjunto sea bautizado con un título nuevo, más de acuerdo, creo yo, con los tiempos actuales que nos toca vivir. En agosto pasado subí a Asturias, a casa de Txemita, el batería, para llevarle unas maquetas. Todavía estaban por terminar tres de los nueve temas que entrarían en el disco. Curiosamente, uno de ellos, ‘La llave’, lo terminé de escribir estando allí. Y en octubre bajó Txema a Madrid y, en un fin de semana, dejó grabadas las baterías.
Preséntanos con tus palabras algunas canciones. Por ejemplo, la que has mencionado, ‘La llave’. -Es un Blues que transcurre en la incansable y, a veces, desesperada búsqueda del amor, de la pareja perfecta o, más bien, idealizada, diría yo, con quien compartir la vida.
¿Más? –‘El astuto’ es Rock y es la descripción de un personaje de esos a los que temes cada vez que se empeña en hacerte un favor, porque te lo cobrará. ‘Crisis’, la canción que da título al disco, pone de manifiesto, de nuevo, mi desencanto ante la sociedad actual y mi temor a la vista de tanta barbaridad en forma de leyes con doble moral, tan de moda entre los miembros y las “miembras”, cuya autoproclamada y dudosa paternidad sobre la patria y los valores hace que se tambaleen la ética y la moral.
Esta vez, las letras ¿de qué llevan más carga: crítica social o política, mala leche, ironía, sentimientos…? -Un poco de todo lo que has mencionado en tu pregunta. Pero, ante todo, sinceridad; mi sinceridad…
‘Crisis y castigo’: Título para un disco que se gesta en 2009 y sale a la venta a primeros de 2010. ¿Obvio… o no tanto? -Lo que es obvio es que la crisis que padece el planeta, actualmente, no es solamente económica y laboral. También soportamos una crisis ecológica y, lo que es aún peor, humana. Y eso, en la vida, siempre pasa una muy cara factura en forma de castigo a tanta frivolidad y falta de humildad. En cuanto a ‘Crisis y castigo’, lo que sí puedo decirte es que es un disco “9”; y no es que le esté poniendo nota como si se tratara de un examen académico, ja, ja… Me refiero al nueve como número: un disco grabado en el año 2009, con nueve canciones, que va a costar 9 euros… Anecdóticamente, y sin premeditar, entramos al estudio y comenzamos a grabar el día 9 de octubre, que, curiosamente, es la fecha de nacimiento de John Lennon -en la que hubiera cumplido 69 años- y terminamos la grabación el 9 de diciembre -fecha de su lamentable asesinato- hace ahora 29 años; el máster entró en fábrica el 19 de enero y lo hemos tenido en nuestras manos el 29 del mismo mes…
Miguel Oñate en los estudios Sonido Libre con Jesús Utande, Carlos Vidal, Txema Fernandes y Javier Bermejo.
-Pues, macho, como alguien esté leyendo la entrevista el 9 de febrero, lo tiene claro: este es el disco de su vida. (Miguel lanza una carcajada.)
El disco nace bajo el sello de la más absoluta independencia. Con la industria no comulgas, pero ¿has hecho algún intento de colarlo en discográficas?, ¿tendrás una compañía que lo distribuya? -No.
(Tan tajante como claro.)
¿Cómo y dónde puede el amante del buen Rock conseguir ‘Crisis y castigo’? -Estará, prácticamente, en los mismos sitios en los que estuvo -y está- ‘Muy personal’. Supongo que en la tienda de discos Sun Records, de mi amigo Manolo. Lo llevaremos a los sitios donde actuemos. Y, desde luego, con toda seguridad, lo tendrán José y Ana en el pub VKaos de Vallecas, que son como mi familia, y en la peluquería Don Pelos, en Vicálvaro, de mi buen amigo Don Paco Torres Guerrero.
¿Y verte en directo en breve? ¿Podrás colarte con tu banda en algún festival? -Últimamente, raro es el mes que no tengamos alguna actuación, bien con el grupo o bien con el acústico que llevo con mi guitarrista y buen amigo Javier Bermejo; acústico que, por otro lado, tenemos en mente que sea nuestro tercer disco. Pero, de momento, no tenemos firmado ningún festival; en alguno estaremos. También estamos preparando la presentación en Madrid de ‘Crisis y castigo’.
Aparte de Txema (batería) y Javier (guitarrista), háblanos de tus músicos. -He querido mantener la misma formación de base que en el ‘Muy personal’ y ahí están de nuevo los mencionados. En cuanto a bajistas, participan en el disco tres: Carlos Vidal que toca en cuatro de los temas; Jesús Utande que, aparte de ser responsable del sonido y las mezclas de la grabación, toca el bajo en otros tres, y mi buen amigo Guny, de Asfalto, que lo hace en dos temas que escribimos juntos en su día y que firmamos a medias. También he contado con la voz de mi buena amiga Lourdes del Pino, cantante de Delirium, en ‘Adivinos’ y en algunos coros.
¿Quién te acompañará en directo? -En la gira aún no está claro.
¿Qué queda del Miguel Oñate de tres momentos concretos y distantes: El que obtuvo su primera guitarra eléctrica con quince años, el que declinó la invitación de ser el primer cantante de Banzai y el que saboreó las mieles del éxito sobre grandes escenarios con Asfalto? -De aquella guitarra con quince años queda la ilusión. De aquél encuentro con mi querido y admirado amigo Don Salvador Domínguez quedan la honradez, la sinceridad y el respeto. Y de aquél Asfalto, dos cosas muy importantes: En primer lugar, el orgullo de haber formado parte de uno de los mejores grupos de Rock español, y, por otro lado, la satisfacción del trabajo bien hecho que me acercó el afecto de tantas personas.
Le he dicho a mi sobrina de once años que iba a entrevistar al gran Miguel Oñate y me ha preguntado que quién es ese señor. Como artista, ¿de qué manera te presentarías a un adolescente que eche un vistazo a estas páginas? -Bueno, Miguel Oñate no es conocido ni por muchísimos adolescentes ni por muchísimas personas más de todas las edades. Y eso es lógico, ya que Miguel Oñate no es un producto de consumo para el gran público, no sale por televisión, no suena por las radios, no está… Pero Miguel Oñate tiene su público de adolescentes y de todas las edades, un público minoritario; extenso, pero minoritario, que se ha ido haciendo grande, día a día, acercándose a él, a sus actuaciones, a su trabajo… Que un adolescente no conozca a Miguel Oñate no tiene la menor importancia. Lo malo es que tampoco conozca a Mozart o a Goya, o a Cervantes… A un adolescente que eche un vistazo a estas páginas le aconsejaría que, a continuación, le eche otro vistazo a las páginas de sus libros de estudio porque para conseguir algo en esta vida, y en cualquier oficio, se requiere mucho trabajo y esfuerzo, y este es el único camino para alcanzar el criterio y el respeto que tanta falta nos hacen.
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